Alto rendimiento y entrenamiento mental

¿Quién te permite moverte? ¿Quién da la orden de contraer un músculo? ¿Quién afina tu técnica?¿Quién te hace sentir cansado? y ¿motivado? ¿Quien te alerta de que debes beber agua? ¿Quién regula tu frecuencia cardiaca y el ritmo de la respiración? y ¿tus decisiones?. 

¿De verdad crees que tienes el control?.

Timothy Gallwey, ya nos mostraba en 1972 a través de la primera edición de su libro "el juego interior del tenis", la importancia de entrenar la mente en un deporte tan psicológico como el tenis. Ha llovido desde entonces y aunque la ciencia corrobora una y otra vez lo acertado que estaba Tim Gallwey, son pocos los deportistas a nivel amateur y profesional que utilizan técnicas de entrenamiento mental, y aquí incluyo a los clubes deportivos, tanto de deportes mayoritarios, como el futbol y el baloncesto, hasta los deportes minoritarios. Si bien es cierto que la gran mayoría de los deportistas de élite si usan estas técnicas, todavía en España no se sabe muy bien que es eso del entrenamiento mental.  Sería interesante ir introduciendo en las categorías de base, ejercicios enfocados a potenciar la concentración y desarrollar habilidades como la gestión emocional, por poner un ejemplo. 

Gracias a las técnicas de neuroimagen y de resonancia magnética funcional, en los últimos años se ha producido un crecimiento exponencial en el conocimiento del cerebro humano, esto inevitablemente nos ha llevado a especular la manera en que mejor podemos utilizar los recursos de los que ahora sí sabemos que traemos todos de serie y que no son un privilegio de unos pocos.

 Todo lo que ocurre en el cuerpo humano pasa por el control del sistema nervioso central, el que obvie esta afirmación está condenado a la mediocridad. Demos la importancia a cada cosa en la medida que nos sea más útil. El determinismo, el compromiso y el esfuerzo pueden alcanzar más metas que el talento. Saber como funciona nuestro cerebro, nos dará la posibilidad de adaptarnos mejor a los cambios y aprender mejor y más rápido. Conocerse uno mismo significa comprenderse y esto abre la puerta a la aceptación y es a partir de  ahí, donde podemos superarnos, es muy difícil superarse si no te conoces.

Hoy en día saber gestionar las emociones, las nuestras y las de los demás, tener flexibilidad cognitiva, es decir, tener la capacidad de adaptarte a los cambios aprendiendo de tu experiencia, saber qué factores fisiológicos intervienen en la toma de decisiones, mantener la atención en el momento presente, saber mantener la concentración, son básicamente aspectos que cualquier deportista y no ya deportista, cualquier persona, debemos entrenar para alcanzar un alto rendimiento en todo lo que emprendamos.

Por lo tanto hablar de alto rendimiento ya no es posible si no consideramos el trabajo mental como parte fundamental en el camino hacia el éxito.

Dentro de un plan de entrenamiento, atendiendo a lo que nos dice la neurociencia, deberemos incluir tanto ejercicios físicos, donde se trabaja la coordinación motora junto con la estimulación sensorial, como ejercicios que estimulen las diferentes áreas cerebrales que intervienen en la atención, toma de decisiones y flexibilidad cognitiva. Por otro lado debemos trabajar la parte menos "física", visualizaciones y atención plena o meditación mindfulness, esto último puede parecer igual de divertido que realizar estiramientos, sin embargo bastan 10 minutos al día de meditación, durante una semana, para mejorar la atención, la concentración  y la capacidad para trabajar bajo presión, entre otros muchos beneficios. Por último habría que añadir el trabajo emocional, aprender a identificar y gestionar las emociones, algo importantísimo a la hora de mantener un rendimiento óptimo que nos permita centrarnos en el objetivo sin distracciones de ningún tipo.

Te invito a reflexionar si debes o no considerar el entrenamiento mental como parte de tu rutina.